Primer día
El primer día de cuarentena aún no había creado este blog y por eso no escribí nada en mi diario. Pero he decidido escribir hoy sobre aquel día, ya que ese día es digno de una novela entera.
El primer día de cuarentena me levante tarde, cosa de las 11:30, algo propio en mi, no hay nade que ame más que levantarme tarde. Ese día me levanté rápido de la cama creyendo tener algo importante, partido, comida con mi familia... Lo típico de un domingo, pero nada. En mi casa había un ambiente triste, mi padre estaba limpiando la casa, como de costumbre, mi madre trabajaba duro con el ordenador, decía que todo esto del teletrabajo se le había venido enorme. Mi hermano estaba en su habitación estudiando. Todo era medianamente normal pero por dentro, al menos yo, estábamos destrozados.
Alrededor de la 13:30 me puse a cocinar con mi padre, a ver si eso me animaba. Preparamos una fideuá que estaba riquísima, con el estómago lleno todo se ve de otra forma. Por la tarde vi una película y después me fui a mi azotea para poder saciar esas ganas de aire libre que tenía.
Luego por la noche, volví a preparar la cena, ahora con mi madre, yo seguía bastante triste, pero todos hacíamos como si nada.
El primer día de cuarentena me levante tarde, cosa de las 11:30, algo propio en mi, no hay nade que ame más que levantarme tarde. Ese día me levanté rápido de la cama creyendo tener algo importante, partido, comida con mi familia... Lo típico de un domingo, pero nada. En mi casa había un ambiente triste, mi padre estaba limpiando la casa, como de costumbre, mi madre trabajaba duro con el ordenador, decía que todo esto del teletrabajo se le había venido enorme. Mi hermano estaba en su habitación estudiando. Todo era medianamente normal pero por dentro, al menos yo, estábamos destrozados.
Alrededor de la 13:30 me puse a cocinar con mi padre, a ver si eso me animaba. Preparamos una fideuá que estaba riquísima, con el estómago lleno todo se ve de otra forma. Por la tarde vi una película y después me fui a mi azotea para poder saciar esas ganas de aire libre que tenía.
Luego por la noche, volví a preparar la cena, ahora con mi madre, yo seguía bastante triste, pero todos hacíamos como si nada.
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